Proyecto Final de Dorado, Plateado y Policromía

UN AIRE A FORTUNY

DOCUMENTACIÓN DEL PROCESO DE CREACIÓN:

Este proceso de realización se llevó a cabo en el taller de Dorado de la Escuela de Arte y Superior de Diseño José Val del Omar de Granada. Teniendo siempre en cuenta las necesarias medidas de seguridad y precaución que se indican.

Taller de Dorado, Plateado y Policromía

Medidas de seguridad.

Prevenciones.

PREPARACIÓN DEL SOPORTE:

Comenzamos vertiendo 500 ml de agua en un cazo de barro, ya que conservan mejor el calor, y, posteriormente, se diluye Cola de Conejo al 8%, es decir 40 gr. Si la Cola de Conejo es pura, la solución se haría al 10%.

La Cola de Conejo es un pegamento de origen animal, un tipo de resina que se obtiene de cartílagos de animales pequeños. Puedes encontrar este producto en diferentes formatos, entre ellos escamas, granos o pastillas. Su preparación implica usar la proporción correcta de agua para lograr la consistencia y fuerza correctas. En este caso, podemos añadir un poco más de agua ya que las colas de fábrica vienen bastante fuertes. Primero debe calentarse el agua y después echar la cola de conejo sin que llegue al punto de ebullición, ya que demasiado calor nos puede dar como resultado un producto con cualidades adhesivas reducidas, al romper la proteína perdería su utilidad.

Cazo de barro.

Cola de Conejo, 45 gr.

Echando la Cola de Conejo en agua.

Sobre la madera de peral del abanico en crudo (sin ningún tratamiento previo), aplicamos una capa de Cola de Conejo para sellar el poro. No debe ser demasiado ya que es una madera demasiado fina y tiende a combarse.

Primer plano de la madera del abanico en crudo.

Fotografía de ambos abanicos en crudo.

Aplicación de Cola de Conejo con brocha.

ESTUCADO:

Con la Cola de Conejo restante, procedemos a preparar el estuco. Se trata de un yeso que no ha fraguado, no ha endurecido, y resulta extremadamente suave, constituyendo una superficie esponjosa para llevar a cabo el proceso del dorado al agua bruñido. El oro, por tanto, bruñe mejor y se obtiene un mayor brillo para los panes metálicos.

Se echa Yeso Mate tamizado poco a poco sobre la Cola de Conejo (ya preparada y en caliente) hasta que ya no admita más y removemos con suavidad para que no salgan burbujas. Se puede añadir miel de caña para aportar mayor elasticidad al preparado.

Es conveniente aplicar entre 7 y 10 capas al soporte, a brochazos dando toques. Primero en una dirección y luego en otra. Es conveniente ir lijando entre capa y capa.

Yeso Mate

Preparado del estuco.

Aplicación la primera capa de estuco sobre los abanicos.

Abanicos con la primera capa de estuco.

Abanicos con la última capa de estuco.

Primer plano del estuco aún fresco.

Aplicación de peso sobre los abanicos para devolverlos a su forma después de combarse.

LIJADO:

Esta fase es más importante de lo que parece. Hay que dejar la superficie lo más lisa posible porque todas las imperfecciones que haya se verán una vez hayamos terminado de realizar el dorado. 

Empezamos con el papel de lija más grueso y vamos reduciendo hasta que la superficie quede totalmente suave y pulida.

Lijado.

Primer plano del estuco lijado.

LAVADO:

El lavado se realiza para eliminar partículas del estuco que hayan podido quedar después del lijado. Se hace con Cola Piscis rebajada con agua al 50%.

La Cola Piscis (o Cola de Pescado), al igual que la Cola de Conejo, se suele emplear como un adhesivo natural, se obtiene a partir de la vejiga de la mayoría de los peces, también es el elemento principal de la gelatina.

Antes del lavado.

Lavado de un abanico.

Abanico lavado.

Tiene que estar completamente seco para pasar a la fase de embolado. 

PASTILLAJE:

El pastillaje es una técnica decorativa del dorado al agua, que consiste en aplicar capas de yeso encima de la preparación pulida. Con estuco más espeso del normal, se puede realizar por adición o por goteo.

Calcamos la plantilla con papel de calco sobre el abanico.

Aplicamos estuco un poco más espeso de lo normal y una jeringuilla siguiendo el dibujo que hemos calcado, de manera que vamos creando un relieve. Ponemos las capas necesarias hasta que lleguemos al relieve que deseamos obtener. 

Es necesario que se seque entre una y otra capa y que no queden burbujas. 

Primera capa de relieve.

Pastillaje completo.

Una vez seco el pastillaje, se repasa y afina, tallando y redondeando los volúmenes. Lijamos todo hasta que quede lo más liso posible, para que al aplicar el oro parezca macizo.

Lavado.

EMBOLADO:

El bol es un tipo de arcilla empleada como base para el pan de oro en la técnica del dorado al agua. Se aplica sobre la superficie a dorar previamente preparada con estuco. El bol permite mantener en el tiempo la adhesión de la hoja al soporte y al mismo tiempo aporta mayor brillo al oro en la fase de bruñido.

Se recubre el estuco una vez lavado, y se aplica solamente en las partes que vayamos a dorar. En el caso del dorado se utiliza bol rojo o amarillo e igual para el cobre; en el caso de la plata se utiliza bol negro.

Mezclamos bol rojo con cola piscis madre (20 gr cola piscis  + 250 ml de agua) caliente y lo vamos integrando hasta que quede homogéneo, sin que llegue a estar demasiado líquido.

Superponemos varias capas de bol, 2 o 3 capas, hasta que la superficie quede completamente tupida. Pasamos el perrillo para pulir y probamos a bruñir con la piedra de ágata (esto se hace para comprobar cuánto brillaría el oro una vez bruñido).

Primera capa de bol.

Última capa de bol.

Primer plano del embolado.

Comparativa de un abanico embolado y sin embolar.

Bruñido del embolado, junto perrillo y piedra de ágata.

Embolado bol rojo con bol amarillo superpuesto.

Se levantó toda la capa de estuco y bol asique la pegué con cola blanca y  puse unas pinzas para que se sujetase de nuevo a la base. 

DORADO: 

El Dorado al agua es una técnica decorativa que consiste en cubrir total o parcialmente un objeto con oro fino o de imitación, para darle una apariencia de una pieza de oro compacta. Esto permitía rebajar los costes de producción, además de recubrir objetos de gran tamaño cuya ejecución con metales nobles resultaba demasiado complicada y costosa.

Se puede aplicar en forma de polvo o en láminas, más habitualmente. 

Colocamos el pan de oro sobre un pomazón y con un cuchillo limpio cortamos el oro en cuadrados para que nos sea mas cómodo cogerlo con nuestra polonesa y colocarlo en la zona que queremos dorar.

El pomazón es una herramienta imprescindible para un dorador, se trata de un cojín recubierto por una piel muy fina y protegido con un pergamino que impide que las corrientes de aire muevan el pan de oro mientras estamos trabajando.

El cuchillo de dorador en indispensable para cortar las hojas de oro, plata o cobre, con mango de madera y la hoja afilada por un lado.

Pomazón, cuchillo, polones y pan de oro.

Vamos mojando con cola piscis rebajada y un pincel de dorador, la zona que vamos a dorar, debemos humedecer un hueco un poco más grande que el tamaño del oro que hemos cortado, sin que chorree por el resto del bol. 

Con una polonesa agarramos un trocito de pan de oro del que ya hemos cortado, con ponerlo encima de éste es suficiente. Si no se pega puedes pasar la polonesa por un poco de vaselina previamente aplicada en tu mano, solamente si es oro de imitación como en este caso.

La polonesa es un pincel especial, de forma plana, en pelo de ardilla natural. Para el proceso del dorado tradicional, su forma plana permite la fácil transferencia de la hoja de metal desde el pomazón a la superficie a dorar. 

Aplicación de oro de imitación con polonesa.

Para poner el oro una vez lo tenemos en la polonesa, lo ponemos paralelo a la zona a dorar , después de haber echado la cola piscis y lo dejamos caer suavemente, se extenderá una vez caiga.

Proceso del dorado.

Fin del dorado.

Una vez hemos terminado de dorar, dejamos que se seque la superficie durante unas horas y le pasamos un algodón suavemente en la dirección que hemos puesto el oro para aplacarlo. Saldrán a la luz todos los resanes que hagan falta, donde el oro no se ha pegado bien.

Oro aplacado y bruñido.

Antes de realizar los resanes se bruñe bien la superficie para sacar brillo al oro.

El bruñido es la fase final del proceso de dorado, que permite aportar un brillo compacto y un tono muy cálido a las superficies decoradas con la hoja. 

Se realiza utilizando bruñidores, constituidos por piedras de ágata con diversas formas y tamaños para adecuarse a la superficie dorada.

El oro se abrillanta ejerciendo presión con la ágata sobre el dorado, alisando la superficie. Es conveniente calentar la piedra frotándola enérgicamente con un paño de lana.

Para realizar los resanes hay que seguir el mismo procedimiento del dorado, con trozos más pequeños y solamente en las zonas que no tienen oro.

El resane consiste en cubrir con oro las partes ya doradas que han quedado defectuosas.

Resanes.

Una vez seco y aplacado podemos bruñir de nuevo pero con menos intensidad que la primera vez porque sino dañamos el oro de nuevo.

Finalizamos protegiendo la superficie del oro con laca zapón, evitando oxidaciones.

Resane finalizado y bruñido.

Primer plano del dorado con oro de imitación.

ESTOFADO:

El estofado es una técnica que se utiliza normalmente en madera policromada. Su origen proviene del italiano "stoffa", que significa "tela", refiriéndose a la tela fina que se pretende representar con esta técnica.

Una vez dorada la superficie, se aplica pigmento mezclado con temple al huevo. 

El temple es una técnica de pintura en la que el disolvente del pigmento es el agua y el aglutinante (temple), en este caso, yema de huevo.

Mezclando agua con pigmento negro.

 

Hasta conseguir una pasta homogénea.

Lo pasamos a un bote y mezclamos con pincel de pelo de marta.

Echamos temple hasta que el pincel gotee pero no esté demasiado líquido.

Pruebas de color sobre oro.

Una vez hemos hecho pruebas de color y nos gusta la consistencia del pigmento, procedemos a pintar la superficie, con pincel de pelo de marta, a la que le queremos realizar la estofa.

Secando.

Una vez seca la pintura, calcamos el patrón que le queremos realizar, con papel de calco. 

Con un elemento punzante, seguimos el dibujo calcado dejando ver el oro que hay debajo de la pintura, creando un contraste con el esgrafiado.

Detalle de la estofa.

Dibujo de Fortuny ya esgrafiado.

Detalle del dibujo.

Para elaborar más el fondo, le realizamos una estofa tradicional, sacamos un doble filo al dibujo y rayamos haciendo pequeños círculos.

Bordeando.

Realización de estofa tradicional.

Estofa terminada.

Prueba de abanico sobre soporte de madera de bambú.

Una vez terminada la estofa protegemos la pintura soplando laca zapón con un difusor sobre toda la superficie.

Detalle.

Por último echamos barniz en spray para terminar de proteger el trabajo y aportarle  brillo.

Repetimos los mismos procesos con el otro abanico, que irá en cobre y dorado con oro de ley de 23,75 kt, con estofa sobre temple negro.

Este abanico era mucho más delicado que el anterior, no paraba de quebrarse el relieve y dio mucha guerra hasta el final pero, más adelante veremos cómo le realizo una pequeña restauración.

Detalle de la grieta que se produjo.

Proceso de cobre.

Fin del dorado con cobre.

Aplacado y bruñido.

Detalle del bruñido con piedra de ágata.

Detalle de ambos abanicos en proceso.

DORADO AL AGUA CON ORO FINO (23,75 KT):

Este proceso es muy similar al dorado al agua con oro de imitación, pero con algunas pequeñas variaciones.

Para dorar se utiliza cola piscis madre (20 ml), agua destilada (100 ml)  y alcohol (25 ml), esto se conoce como templa.

Se debe tener especial cuidado ya que este oro es más delicado y fino que el oro de imitación y se nos puede arrugar o estropear fácilmente.

Tenemos que tener las manos bien limpias y secas para que no se nos pegue el oro, por lo que se recomienda lavarlas con agua y jabón, secarlas con papel de cocina y espolvorear talco para quitar la grasa.

Podemos crear una pantalla con algún papel rodeando el pomazón para que no se vuele el oro una vez puesto.

Para cortarlo debemos usar un cuchillo bueno de dorador, limpio con alcohol y con polvo de talco.

Una vez tengamos estas consideraciones en cuenta procedemos a dorar de la misma manera que con el oro de imitación. Esta vez la polonesa debe estar limpia y seca por lo que sino se pega el oro a ella bastará con frotárnosla por la cara/cuello.

Proceso del dorado:

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Cuando ya hemos dorado y resanado la superficie entera, y después de haberla protegido con laca zapón, es cuando podemos empezar a hacer la restauración de la grieta.

RESTAURACIÓN:

Por la parte trasera sellamos las varillas del abanico con masilla y ponemos peso para que no se combe hacia el otro lado. Debemos esperar a que seque bien. 

Con las varillas ya selladas no se debería volver a abrir la grieta.

Peso.

Con ayuda de un cuentagotas y un bastoncillo, abrimos los poros del estuco interno con un poco de alcohol, esto sirve para que el siguiente estuco se selle mejor.

Aplicamos con cuidado varias capas de estuco (un poco más líquido de lo normal) a través de la grieta, limpiando los sobrantes con el bastoncillo para no estropear el resto del oro, hasta rellenar todo el hueco.

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Detalle del estuco sobre la grieta.

Lijamos con cuidado, con papel de lija y embolamos la grieta de nuevo.

Aplicación de bol sobre la grieta.

El resane esta vez se llevará a cabo con mixtión al agua, que aplicaremos y esperaremos hasta que esté mordiente, después será cuando pondremos de nuevo el oro y el cobre donde necesitemos.

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Aplacamos con un algodón y este es el resultado, imperceptible a simple vista:

Volvemos a aplicar laca zapón.

Realizamos el temple con pigmento negro:

Estofa

Estofa con patrón de Mariano Fortuny.

Protegemos con laca zapón y por último barnizamos.

SOPORTES PARA LOS ABANICOS:

Teniendo como base unos soportes de madera de bambú procedemos a platearlos con mixtión al aceite.

Primero sellamos el poro con varias capas de goma laca, la cual también aporta brillo. 

Echamos mixtión diluida con aguarrás y esperamos que se ponga mordiente, cortamos el pan de plata de imitación y la pegamos. Posteriormente aplacamos bien, realizamos resanes si es necesario y por último protegemos con laca zapón.

 

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Aplicamos una pátina de envejecimiento con betún de judea diluido con aguarrás y quedan listos.

El soporte principal será una vitrina realizada con un tablón de madera de 45 x 50 cm al que le lijamos los cantos.

Aplicamos tres capas de goma laca para cerrar el poro y sellar la superficie.

Pegamos un adhesivo de terciopelo rojo que irá de fondo, ya que Fortuny utilizaba mucho terciopelo en sus tejidos.

Cortamos dos piezas de metacrilato de 45 x  6 cm; y otras dos de 50 x 6cm, para los bordes. Para la tapadera cortaremos una pieza de 50,8 cm x 45,8 (añadiendo el grosor del metacrilato, que son 0,4 cm).

Atornillamos el metacrilato a la madera y unimos la tapadera con bisagras.

Por último, ponemos unas alcayatas para sujetar los abanicos.

ESMALTADO SOBRE METAL:

Recortamos unas plantillas de papel de las piezas que queremos hacer y las pegamos con pegamento de barra sobre una plancha de cobre de 0,7 mm de grosor.

Sujetamos la plancha a la mesa utilizando una y un gato y recortamos las piezas con una segueta y pelillo de segueta, dando cera en caso de que no deslice adecuadamente.

Aplanamos las piezas con un martillo de nylon.

Limamos las imperfecciones y la rebaba , y le damos mejor forma con una lima de media caña.

Comenzamos la técnica del martelé para darle una forma combada a la pieza y que tenga mayor relieve, y no sea totalmente plana. Con un martillo de nylon y una plancha de goma, martilleamos suavemente la pieza para reblandecer el metal.

Con un martillo de bola comenzamos a martillear, dejando caer suavemente la punta del martillo sobre el metal, empezando desde el centro hacia los extremos pero de manera homogénea hasta ir juntando toda la superficie. 

Abrimos los agujeros con un sacabocados, para poder sacar la cuerda con la que van a ir atados a los abanicos.

Esmaltamos en seco, para ello preparamos dos listones de madera un colocamos las piezas de cobre una vez limpias y desengrasadas, un tamiz, un spray con agua y el esmalte seco, En este caso color marfil, nº 88, opaco. 

Es necesario utilizar mascarilla para que no se nos inserten partículas de esmalte en los pulmones, ya que es vidrio en polvo y podría ser perjudicial para la salud.

Esparcimos un poco de agua con el spray sobre las piezas, no directamente sino un poco alejado para que no se encharque. Echamos el esmalte dentro del tamiz y aplicamos a toquecitos sobre la pieza hasta cubrir completamente la superficie.

Colocamos las piezas sobre una fibra y una rejilla y lo dejamos secando bajo unas lámparas infrarrojas para evaporar el agua que hemos aplicado.

Antes de hornear

Después de hornear

Una vez se saca del horno y se enfría se crea un decapado. Gracias al calor se desprenden impurezas del metal y se crea una capa negra de óxido de cobre que se retira utilizando ácidos, por lo que se mete en una solución de vinagre que actúa como decapante.

Por la cara posterior, aplicamos contraesmalte de color azul, opaco, nº 254, también en seco con tamiz. Colocamos sobre un pequeño soporte para no dañar la capa de marfil. Y horneamos.

Hemos aplicado primero el marfil porque su grado de fusibilidad es mayor que el del azul, es decir, tiene mayor dureza y tarda más tiempo en cocer.

Antes de la cocción.

Después de la cocción.

Ambas piezas por diferentes caras.

Realizamos una firma con esmalte vitrificable, hecho con vitrificable mezclado con aceite de sándalo utilizando una espátula. Se prepara sobre una superficie limpia y sin porosidades.

Preparado de caja para los documentos en físico:

Con una caja cualquiera, rociamos pintura dorada en spray por toda la tapadera, para el interior utilizaremos pintura acrílica negra y terciopelo rojo adhesivo.

Soportes plateados envueltos en el interior.

RESULTADO FINAL: